Hoy toca una de esas recetas que nunca vais a encontrar en los blogs de cocina. Primero por sus ingredientes, una mezcla un tanto atípica, y segundo, por el uso de un fantástico comodín, de las alubias en lata. Sabéis que ante todo yo abogo por lo casero 100%. Pero a veces, las ciscunstancias de la vida y el trabajo nos hacen imposible acordarnos de poner de remojo unas alubias, o d cocinarlas el tiempo suficiente para que estén tan tiernas que se te deshagan en la boca. Para estos momentos, yo siempre echo mano de las legumbres enlatadas, un producto que encuentro no pierde demasiado su esencia al estar envasado.
Si echáis un ojo a los ingredientes de esta receta quizá os llame la atención. Es una mezcla bizarra que en un principio parece que no vaya a combinar y sin embargo el resultado final es espectacular.
La receta surgió de las manos de mi padre cuando hacía vida de soltero por causa del trabajo en Puente la Reina, Navarra. No pasaba hambre, ¡os lo puedo asegurar! Cuando volvió a casa, después de varios meses de retiro, la compartió con nosotros y nos encantó! Desde entonces preparo esta receta infinidad de veces, es rápida, sencilla y deliciosa!