Los english muffins han sido mi vicio desde que los descubrí en el supermercado del Mark's&Spencer hace un millón de años. Desde entonces siempre que viajábamos al Reino Unido venía con la maleta llena para congelarlos después e ir sacándolos con cuenta gotas en los desayunos.
Su nombre puede llevar a confusión con los muffins americanos, que son, para entendernos, una clase de madalenas, pero estos muffins son pan del bueno. Del que podrías morir por él.
Estos panecillos tan típicos ingleses son de miga suave y esponjosa, muy tiernos y sabrosos.
Los english muffins no se forman, se cortan con un cortapastas. De ahí su forma tan característica.
Es un pan ideal para el verano porque no se hornea! Así, al no encender el horno los tenemos listos en escasos 15 minutos y degustamos un pan delicioso, casero y en un tiempo record!
¿Os animáis a preparar esta delicia y sorprender a algún invitado veraniego con un fastuoso desayuno con pan casero 100%?